Es una enfermedad que consiste en
padecer una fuerte necesidad de ingerir alcohol etílico, de forma que
existe una dependencia física del mismo, manifestada a través de
determinados síntomas de abstinencia cuando no es posible su ingesta.
El alcohólico no tiene control sobre los límites de su consumo y suele ir
elevando a lo largo del tiempo su grado de tolerancia al alcohol.
Características
Hasta el momento no existe una causa
común conocida de esta adicción, aunque varios factores pueden desempeñar un
papel importante en su desarrollo y las evidencias muestran que quien tiene un
padre o una madre con alcoholismo tiene mayor probabilidad de adquirir esta
enfermedad.
Tratamiento
Los tratamientos contra el alcoholismo
incluyen programas de desintoxicación realizados por instituciones médicas.
Esto puede suponer la estancia del paciente durante un periodo indeterminado,
(quizás varias semanas), bajo tutela en hospitales especializados donde puede
que se utilicen determinados medicamentos para evitar el síndrome de
abstinencia
Impacto social
El alcoholismo supone un serio
riesgo para la salud que a menudo conlleva el riesgo de una muerte prematura
como consecuencia de afecciones de tipo hepática como
la cirrosis hepática, hemorragias internas, intoxicación alcohólica, hepatocarcinoma,
accidentes o suicidio.
El alcoholismo no está fijado por la
cantidad ingerida en un periodo determinado: personas afectadas por esta
enfermedad pueden seguir patrones muy diferentes de comportamiento, existiendo
tanto alcohólicos que consumen a diario, como alcohólicos que beben
semanalmente, mensualmente, o sin una periodicidad fija. Si bien el proceso
degenerativo tiende a acortar los plazos entre cada ingesta.
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